EL PRECIO DEL DESARROLLISMO

 

 

EL PRECIO DEL DESARROLLISMO

En los últimos tiempos los casos de procesos cancerosos y de afecciones respiratorias parece que van en aumento. Lo que hasta ahora era una sospecha o convicción personal se va confirmando con datos. Hace algún tiempo se  publicó un atlas municipal de mortalidad  por cáncer en el que se apuntaba que la probabilidad de cáncer de pulmón, laringe o tejido conjuntivo era hasta tres veces mayor en las zonas industrializadas y entre ellas se encuentraba la del País Vasco. Otro estudio  advertía  que 190.000 vascos respiraban aire con un nivel de contaminación por partículas superior al recomendado por la normativa europea y que una de cada cuatro enfermedades en los adultos, tenían su origen en causas relacionadas con el estado del medio ambiente. Según un  informe de Salud y Medio Ambiente de la C.A.V. de 2007 que chequea diecinueve indicadores ambientales y analiza la evolución a lo largo de los años, el tráfico y la industria  que lanzan a la atmósfera minúsculos fragmentos no quemados del combustible que utilizan, son los responsables del deterioro medioambiental. Asimismo del oncológico constatan una ligera tendencia al aumento en todos los tumores malignos por estar más expuestos a factores que puedan influir en la aparición del cáncer como la contaminación, el tabaco o la alimentación. Estos datos tienen su fuente en los diversos medios de comunicación del País Vasco y transforman las intuiciones en certezas. En lo que respecta a los procesos cancerosos, la etiología es multivariada y nos encontramos con que diferentes variables influyen en su aparición, como son los hábitos de alimentación, la genética, el contacto con determinadas sustancias, la contaminación ambiental, el tipo de personalidad etc.…Entre estas variables algunas son subjetivas y tiene que ver con la genética, o los hábitos de vida, pero otras variables son más objetivables y están relacionadas con nuestro entorno. Me refiero a la alta concentración industrial y contaminante por metro cuadrado del Alto Deba, la desproporcionada afluencia de coches y también a la orografía de nuestro entorno que impide una ventilación y desplazamiento de la contaminación,  provocando un efecto de concentración y aumento de la densidad contaminadora.

Volviendo al atlas municipal antes mencionado, podemos afirmar que los genes no explican estos patrones de distribución y si en cambio las desigualdades ambientales. Algunas de estas variables causantes de esta enfermedad se reparten al azar, pero otras son especificas de nuestro entorno y sería conveniente realizar un estudio en el que se  investigue si la prevalencia de la problemática del cáncer en nuestro valle se desvía de la media del País Vasco y si se confirmase esta hipótesis, verificar si las características de nuestro entorno son determinantes e inciden en la alta prevalencia de los procesos cancerosos. La salud de nuestra comunidad debe ser una de las responsabilidades prioritarias de los responsables públicos y por ello, se hace necesario el citado  estudio. La desproporcionada afluencia de vehículos, la alta concentración de industria contaminante por metro cuadrado y el efecto condensador de nuestra orografía,  aconseja que si se confirma la citada desviación, se articulen medidas para neutralizar en la medida de lo posible la contaminación existente y se prevenga y anticipe la potencial contaminación futura. Y entre los elementos contaminantes futuros, sobretodo por lo que supone de pérdida de espacios naturales, esta el TAV, que además de provocar un aumento de la contaminación, sus obras van  a extirpar parte del pulmón social que la naturaleza supone en nuestro valle. El TAV no va a quitar tráfico a nuestro entorno, el desplazamiento entre Vitoria, Bilbao y San Sebastián, no pasa por el alto Deba, por lo tanto esto no reportará ningún beneficio en términos de reducción de la contaminación en nuestro entorno. Por el contrario si observamos el mapa del TAV comprobaremos que donde mayor va a ser la destrucción agroforestal va a ser en el Alto Deba en el que se sitúa el triangulo y nudo de comunicación del mismo. El T.A.V. no une a las personas,  sino los intereses  económicos de una minoría.  Por ello, en aras a una disminución de la contaminación ambiental, defendamos un tren social, que una a las personas de nuestra comarca y disminuya el tráfico de vehículos entre nuestros pueblos.

Farru 2012an

 

 

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